Áreas de Intervención

Las personas somos “animales sociales” porque estamos constantemente relacionándonos con los demás desde que nacemos. Sin embargo, no siempre sabemos comunicarnos con los demás de una forma apropiada, y esto puede afectarnos en diversas áreas, por ejemplo, a la hora de conseguir nuestros objetivos, de mantener nuestras relaciones de diversa índole (familiar, laboral, amistad, pareja…), e incluso en nuestra autoestima.

 

Las habilidades sociales se pueden aprender y entrenar en cualquier momento de la vida. Es fundamental mejorarlas si es necesario, ya que, al tener una gran relación con la propia sensación de autoeficacia, ayudarán a mejorar la vida de la persona y así se podrá reducir la probabilidad de futuras recaídas.

 

Aunque la asertividad es un término que se desconoce generalmente, en ocasiones se utiliza como sinónimo de habilidades sociales, y eso no es del todo correcto. La asertividad es un estilo social en el que la persona se comunica respetando a los demás y a sí mismo/a. Es importante conseguir adoptar un estilo comunicativo asertivo en nuestras relaciones sociales, ya que está comprobado que la satisfacción social, las relaciones personales y en definitiva el bienestar de las personas se ve beneficiado por este estilo comunicativo.